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Descarbonización de las carreteras
El Acuerdo de París de 2015, ratificado hasta la fecha por 193 países y la UE, sentó las bases de una hoja de ruta mundial para combatir el cambio climático. Su objetivo es lograr la neutralidad en carbono para 2050 y reducir la huella de carbono del consumo mundial.
El mantenimiento de la red mundial de carreteras desempeña un papel importante en esta estrategia. El sector del transporte ha sido identificado como uno de los principales contribuyentes al esfuerzo mundial de reducción de emisiones para 2030 con el fin de alcanzar la neutralidad de carbono (2050).
Los países y las autoridades locales se encuentran entre los principales actores en el esfuerzo por descarbonizar las carreteras. Se les pide que apliquen políticas y prácticas de mantenimiento de las carreteras que promuevan la reducción de las emisiones de carbono, satisfaciendo al mismo tiempo las necesidades de movilidad de sus poblaciones.
Aquí es donde entra en juego el mantenimiento preventivo de las carreteras.
Situación actual
En todo el mundo, el transporte es responsable de casi una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). El sector de la carretera es responsable de casi el 75% de estas emisiones.
El mantenimiento preventivo del patrimonio viario, la principal palanca para las descarbonización de las carreteras
Nuestros expertos conocen a fondo el estado de su patrimonio viario, basándose en un estudio preciso del deterioro, lo que les permite desarrollar estrategias de mantenimiento personalizadas para su zona.
Estas estrategias fomentan la adopción del mantenimiento preventivo, que es crucial y desempeña un papel importante en el esfuerzo de descarbonización. Este mantenimiento preventivo consistirá en llevar a cabo trabajos regulares de mantenimiento en las carreteras en cuanto aparezcan los primeros síntomas. Esto evitará que se produzca un deterioro mayor hasta el punto de que sea necesaria una rehabilitación importante. Esto puede incluir reparaciones como el reasfaltado, el sellado de grietas, etc.
El mantenimiento preventivo de las carreteras es beneficioso en tres aspectos principales:
Un impacto en las emisiones de los vehículos que utilizan las carreteras
Una carretera en buen estado puede reducir casi un 10% las emisiones de los vehículos que la utilizan.
Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero
Impacto en las obras de mantenimiento
Permitir que el deterioro aumente obliga a realizar reparaciones más extensas, largas y costosas, y a emitir muchos más gases de efecto invernadero (cantidad de materiales, uso de maquinaria pesada, etc.). El mantenimiento preventivo regular de una calzada reduce las emisiones de gases de efecto invernadero en una media del 35%.
Impacto en los atascos y los desvíos
El acondicionamiento de una carretera de su red puede dar lugar a semáforos provisionales que repercutan en el tráfico. Los semáforos de obra generarán picos de emisiones de CO2, al igual que los desvíos alargarán la duración de los trayectos y tendrán un impacto negativo en la red de circunvalación, con la aparición o el aumento de desperfectos ya presentes.